17. ¡Bienvenidos a Brasil!

Llegamos a Brasil invitados por unos amigos, una pareja catalano-brasileña, Zeus y Gabriela, que nos acogerán en su casa de Maringá durante dos semanas. Unos días que nos servirán para desconectar, probar la fiesta de Brasil y seguir compartiendo las músicas de aquí y de allí.

Zeus nos tiene preparada una sorpresa para celebrar nuestra llegada: una multitudinaria fiesta de bienvenida con amigos y compañeros de la facultad de Maringá. En el patio de su casa degustamos nuestra primera churrascada – similar a un asado argentino- y nos rendimos a las caipirinhas, que no paran de salir de la cocina. Por nuestra parte, aportamos dos tortillas de patatas y cebolla, que causan furor entre nuestros compañeros brasileños.

Sacamos la guitarra y la melódica y todo el mundo se anima a cantar. Tocamos Sabina y Serra y algún tema de reggae español. Dos compañeros africanos se animan a tacar Bob Marley y la fiesta se va animando entre caipirinha y caipirinha. Zeus, como buen catalán, ha conseguido unos porrones y los brasileños beben hasta tirarse la cerveza por encima, mientras aprenden a apuntar. ¡Todo un intercambio cultural!

Entre sonrisas, conocemos a Tiago, un músico brasileño que nos presentará un grupo de música emergente, liderado por Rafael Morais. No nos queremos perder la oportunidad de escucharlo y conocer las raíces africanas de sus músicas, de manera que, una vez recuperados de la fiesta de bienvenida, quedamos para ir a su estudio, donde están grabando su primer disco. Finalmente, acabamos aprendiendo algún ritmo brasileño de la mano de Rafael y Tiago, que nos regala un instrumento que nos acompañará durante todo el viaje, el coquito Tiago, una mezcla entre maraca y bongo.

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