Durante un viaje es bastante habitual hacerse unas expectativas muy grandes de un lugar que prevés visitar y que, finalmente, cuando llegas, no te acabe de convencer. Después de leer y de escuchar maravillas durante meses o años, cuando llegas resulta que no había para tanto. No era tan espectacular como lo pintaban o bien no concuerda con lo que te esperabas.
En cierta manera, esto es lo que nos pasó en el Bolsón, uno de los pueblos que teníamos marcados en el mapa con una equis imaginaria desde mucho antes de salir de Barcelona. No nos podíamos perder el último reducto hippie de Argentina, el paraíso de los artesanos y de los viajeros independientes.
Lo primero que nos encontramos en el Bolsón fue un cartel bien grande que prohibe la venta ambulante. El segundo día, después de dormir aparcados en la plaza principal, un policia municipal nos ordenó que marcháramos de allí, argumentando que los vehículos vivienda no pueden estacionarse en el centro.
Podíamos entender que se regule la venta ambulante, teniendo en cuenta que el Bolsón tiene una de las ferias artesanales más importantes de Argentina. Las prohibiciones con el estacionamiento se nos hacían un poco más raras, ya que era la primera vez que nos lo encontrábamos en el país. En todo caso, todo eso distaba bastante de la idea hippie que nos habíamos formado.
Tras pasear durante un par de días por la impresionante feria, que reúne a centenares de artesanos de todo tipo alrededor de la plaza, un mensaje de Facebook de un amigo, Ernesto Rancich, que nos animaba a conocer a un artesano de instrumentos medievales que conoció años atrás, nos ayudaría a comprender un poco mejor la realidad, los mitos y la historia del Bolsón.
Preguntando entre los vendedores llegamos hasta la casa de Marcelo García, que nos abrió las puertas a su universo de teatro y de música medieval. Hace más de tres décadas marchó de Buenos AIres al Bolsón con el objetivo de vivir fabricando instrumentos medievales.
Unos años más tarde su sueño se fue haciendo realidad y actualmente, además de formar un grupo y ofrecer conciertos medievales en su casa de forma regular, vende por todo el mundo instrumentos únicos, que despertaron mi interés desde el primer momento. Música, arte e historia unidas en un mismo lugar para demostrar que puedes conseguir cualquier cosa si la quieres y la persigues con todas tus fuerzas.
Para saber más sobre el proyecto : http://www.conjuntolanguedoc.com.ar
2 comentarios en “39. Música medieval en el Bolsón”
Sí, sí, alguna cosa siempre queda en el tintero. Realmente hay vídeos en los que no hace falta decir gran cosa. Con el testimonio del entrevistado hay más que suficiente. Muchas gracias por el contacto, Jorge!!!
Me alegro mucho del testimonio que lograron,el video no tiene desperdicio !!.usaron todo su tiempo en la platica de Marcelo, sin meter bocado !!, y seguro quedo material de sobra ..!!