El equipo: La Saioneta y su transformación

Tercer componente de Furgo en ruta. Volkswagen California TD 2.4 Syncro de 78 cv. Nació el 1995 en Alemania.

Partidaria de los viajes con calma, la Saioneta se mueve a ritmo de reggae. Tomó su nombre en homenaje al Mount Zion y Bob Marley, y desarrolla una velocidad punta de 100 o 110 km/h, aunque le gusta pasearse a un máximo de 85 km/h, más cerca de las 2.500 revoluciones por minuto.

Además de ser nuestro medio de transporte para cruzar Sudamérica y lo que venga después, la Saioneta también es nuestra habitación y funciona también como oficina, cocina y comedor cuando el tiempo no acompaña y no podemos trabajar, cocinar o comer en el jardín (prados, montañas, caminos…) o en la piscina (mares, lagos, ríos…)

Cuando empezamos el viaje tenía alrededor de 200.000 km y esperamos que haga muchos cientos de miles más. La elección de la Saioneta no fue casual. Además de tener un motor Volkswagen atmosférico, sin demasiada electrónica ni inyección, cuenta con tracción a las cuatro ruedas (Syncro) y a pesar de no ser un auténtico 4×4 puede ser de gran utilidad en determinadas carreteras.

Además del equipamiento camper que venía de serie -fogones, pica, nevera, armarios y dos camas, una en la cabina y otra en el techo elevable- en los últimos meses antes de la partida le hicimos algunas mejoras para adaptarla a nuestras necesidades.

• Aislamiento: Siguiendo los consejos de otros viajeros de largo recorrido en furgoneta, hemos substituido las ventanas traseras por planchas y las hemos asilado para que aguanten mejor el calor. Tras pasar parte del invierno en Buenos Aires y travesar los Andes hemos podido comprobar la eficacia de esta parte de la transformación, ya que la Saioneta se mantiene más aislada del frío y de los ruidos del exterior.

• Seguridad:
  Además de tapar las ventanas traseras, también hemos siliconado las ventanas del medio y hemos puesto candados en todas las puertas.

• Autonomía en ruta: Hemos comprado unas planchas Extrem Max 38 de fibra de vidrio de un metro de largo y un cabestrante manual, con sus eslingas, básico por si nos quedamos embarrancados en medio de la nada. Dani, nuestro amigo uruguayo en Barcelona, también nos han dado dos garrafas de 20 litros cada una, para poder llevar más gasoil en zonas remotas y hemos colocado una baca en el techo. Finalmente, hemos colocado una tercera batería, con un conversor a 220 voltios para tener una mayor autonomía en nuestro trabajo de montaje y edición. A parte, la Saioneta tiene un lavabo portátil y una ducha portátil, que un día de estos os mostraremos para que veais cómo funciona.

• Habitabilidad: Hemos adaptado la mesa interior para poderla utilizar también afuera y hemos colocado cortinas y un armario de tela, entre otras pequeñas mejoras que harán que nos sintamos como en casa.